Dinos pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no?
Mas Jesús, entendida su malicia, les dice: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?
Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario.
Entonces les dice: ¿De quién es esta imagen, y lo que está encima escrito?
Ellos le dicen: De César. Y les dijo: Pagad pues a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.
¶ Toda alma se someta a las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que están, de Dios son ordenadas.
Así que, el que se opone a la potestad, a la ordenación de Dios resiste; y los que resisten, ellos mismos ganan condenación para sí.
Porque los magistrados no son para temor al que bien hace, sino al malo. ¿Quieres pues no temer la potestad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella;
porque es ministro de Dios para tu bien. Mas si hicieres lo malo, teme; porque no sin causa trae la espada; porque es ministro de Dios, vengador para castigo al que hace lo malo.
Por lo cual es necesario que le estéis sujetos, no solamente por el castigo, mas aun por la conciencia.
Porque por esto le pagáis también los tributos; porque son ministros de Dios que sirven a esto mismo.
¶ Pagad a todos lo que debéis; al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que temor, temor; al que honra, honra.
Esclavos, oigan en todo a vuestros amos carnales, no sirviendo al ojo, como los que agradan solamente a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo a Dios;
y todo lo que hagáis, hacedlo de buen ánimo, como al Señor, y no a los hombres;
estando ciertos que del Señor recibiréis el salario de herencia, porque al Señor Cristo servís.
¶ Amonéstales que se sujeten a los príncipes y potestades, que persuadan a los que tienen autoridad, que estén prontos a toda buena obra.
¶ Por esto estad sujetos a toda ordenación humana que sea del Señor, ya sea a rey, como a superior,
y a los gobernadores, como de él enviados para venganza de los malhechores, y para loor de los que hacen bien.
Porque ésta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres vanos;
como estando en libertad, y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como esclavos de Dios.
Honrad a todos. Amad la fraternidad. Temed a Dios. Honrad al rey.
Vosotros siervos, estad sujetos con todo temor a vuestros amos; no solamente a los buenos y humanos, sino también a los injustos.
Porque esto es debido a la gracia, si alguno a causa de la conciencia que tiene delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente.
Porque ¿qué gloria es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo sufrís? Mas si haciendo bien sois afligidos, y lo sufrís, esto ciertamente es debido a la gracia de Dios.
Porque es tiempo de que el juicio comience desde la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿qué será el fin de aquellos que no obedecen al Evangelio de Dios?