¶ El entendimiento del hombre detiene su furor; y su honra es disimular la ofensa.
No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque la ira reposa en el seno de los locos.
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo;
ni deis lugar al diablo.
sino el adorno interior del corazón sea sin corrupción, y de espíritu agradable, y pacífico, lo cual es de grande estima delante de Dios.