Epístola a los hebreos

La Epístola a los hebreos, conocida también como Carta a los hebreos, es uno de los veintisiete libros incluidos en el Nuevo Testamento cristiano. Actualmente existe consenso entre los estudiosos bíblicos en cuanto al título que tradicionalmente se le ha venido dando, Carta de san Pablo a los hebreos, es erróneo, pues, según el punto de vista predominante en la actualidad, no fue escrita por Pablo de Tarso, no es una carta, sino más bien una homilía, y no está dirigida a los «hebreos», sino a comunidades cristianas en las que habría cierto número de conversos procedentes del judaísmo.[1]​ Sin embargo aunque se desconozca su autor con certeza la atribución tradicional pauliana no parece ser infundada (2 Pedro 3, 15). Tampoco puede ser datada con precisión, aunque existe consenso en que fue escrita entre los años 60 y 65 del siglo I. Como los otros libros del Nuevo Testamento, está escrita en griego. Su texto es de una gran densidad teológica y su estilo es solemne, casi litúrgico. El autor parece tener un dominio excepcional del Antiguo Testamento, que cita frecuentemente, acudiendo a la versión griega de la Biblia de los Setenta (Biblia Septuaginta).

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