Primera epístola de Pedro

La Primera epístola de Pedro es una carta bíblica dirigida nominalmente a los judíos dispersos en el mundo, si bien puede entenderse como una metáfora referida a los cristianos "exiliados" del Reino Celestial. El autor aboga por la determinación y la perseverancia en la persecución, los deberes prácticos de la vida santa, cita como ejemplo a Cristo y otros motivos de paciencia y santidad y concluye con admoniciones para sacerdotes y pueblo. Ha sido definida como «el más denso resumen neotestamentario de la fe cristiana y de la conducta que tal fe inspira».[1]​

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